En una época marcada por odios, por egoísmos, por deseos de falsas felicidades, por la decadencia de costumbres, la ausencia de figuras paternas y maternas, la inestabilidad en tantas jóvenes familias y por tantas fragilidades y dificultades que sufren los jóvenes, nosotros te miramos a ti , Jesús Eucaristía, con renovada esperanza. A pesar de nuestros pecados, confiamos en tu divina misericordia. Te repetimos junto a los discípulos de Emaús "¡Quédate con nosotros , Señor!".