Estados Unidos ha tenido una notable influencia en el discurrir internacional del siglo XX. España no ha constituido una excepción en tal sentido. Los pactos militares de 1953 y sus secuelas han proyectado una alargada sombra en las relaciones bilaterales, que ha llegado prácticamente hasta nuestros días. Sin duda la vertiente estratégica ha sido un eje fundamental de la conexión bilateral, pero está lejos de resumir la densidad y pluralidad de manifestaciones que adquirieron las relaciones entre ambos países en el transcurso del pasado del siglo