La edición de los epigramas del presente corpus se ha basado fundamentalmente en una autopsia cuidada de las inscripciones y en un examen de las lecturas e interpretaciones de los editores anteriores, en los casos en los que las piedras se conservan, con independencia de su lugar de conservación. Para los epigramas perdidos han sido de gran ayuda los facsímiles, las copias, o las fotografías, generalmente de las estampaciones, que los anteriores editores han realizado.