Eugenio Izquierdo gozó de la confianza de importantes personajes de la política de su tiempo y llegó a destacar en la España de Carlos IV. Pensionado de joven para estudiar en París, la formación allí adquirida, unida a sus dotes diplomáticas le valdrán el nombramiento de director del Real Gabinete de Historia Natural, cargo que no llegaría a ejercer dado su intensa actividad política como consejero real al frente de numerosas misiones diplomáticas en Francia en relación a Godoy y que le valdrían los cargos de Representante Oficial ante Napoleón y Consejero Honorario de Estado y de Guerra. El desenlace de los acontecimientos de 1808 le llevarán a acompañar como secretario a Carlos IV en su exilio en Francia.