El interés por el Patrimonio Artístico español surgió a raíz de las pérdidas sufridas por culpa de las leyes desamortizadoras de 1835 y 1836. Las autoridades emitieron diversos decretos a lo largo del siglo XIX para llevar a cabo inventarios, pero no se pusieron en práctica. De ahí la importancia de los reales decretos de 1 de junio de 1900 y 14 de febrero de 1902, en los que se dispuso la elaboración del Catálogo Monumental de España completo y realizado con criterios científicos rigurosos. Este proyecto muy progresista y científicamente muy ambicioso, no fue un éxito. El análisis de la documentación encontrada en varios archivos ha hecho posible conocer paso a paso el desarrollo del proyecto y poner de manifiesto las circunstancias por las que fracasaron las intenciones de sus promotores.