Los decepcionantes resultados cosechados por España en el Congreso de Viena no han sido objeto de un estudio sistemático hasta hoy. Aun cuando había sido una de las grandes vencedoras en la lucha contra Napoleón, España jugó un papel completamente marginal en las negociaciones de paz iniciadas pocas semanas después de la victoria, firmó el Primer Tratado de Paz de París con dos semanas de retraso, y el acta final del Congreso de Viena del 9 de junio de 1815 ni siquiera la llegó a firmar en primera instancia. El objetivo de este estudio es proporcionar una impresión del papel otorgado a España por el gobierno inglés y austriaco, confrontando las percepciones mutuas y poniéndolas en relación con el resultado final y los interrogantes que éste plantea.