Los dos grandes bloques cronológicos de la Protohistoria, I y II Edad del Hierro, distan mucho de presentar problemas, metodologías y avances similares. Además, existe cierta descompensación entre el conocimiento que existe de la religiosidad en la I Edad del Hierro, de la que se conocen cada vez mejor los edificios destinados al culto, los ritos, las divinidades, los altares o los materiales destinados a la liturgia, y el conocimiento existente de la religiosidad en la II Edad del Hierro. En consecuencia, la presente monografía pretende reunir los trabajos más novedosos, así como una serie de síntesis sobre estudios anteriores, que ayuden a entender mejor la religiosidad durante ambos bloques cronológicos de la Protohistoria en el sur de la Península Ibérica, contrastando las raíces indígenas con las que tienen su origen en el ámbito del Mediterráneo, de fuerte impacto en la cultura tartésica e ibérica.