En 1544 Fray Bartolomé de Las Casas partió de España para tomar posesión del obispado de Ciudad Real, hoy San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, acompañado de un nutrido grupo de frailes dominicos. Uno de ellos, fray Tomás de la Torre, fue elegido para hacer de notario de cuanto aconteciera en el traslado, que duró más de un año. Esta obra es el relato del viaje de esos frailes. Aunque muchas personas conozcan las ideas de fray Bartolomé de las Casas, lo que pueden hallar de nuevo en este libro de viajes es el ambiente, minuciosamente relatado, con que este se encontró al llegar a su silla episcopal: las estructuras coloniales de poder y sus efectos sobre la población nativa, las relaciones entre los poderosos y sus vínculos familiares. Pero también cómo se cerraban las puertas a quienes, antes de partir, hablaban de tú a tú con el emperador.