Este libro propone una interpretación posible sobre el lugar de las fuerzas militares, la violencia y los hombres en armas en la configuración de un orden político republicano, en la Argentina del siglo XIX. Inserto en los últimos debates historiográficos que renovaron la historia política sobre América Latina, y mediante una periodización que se desplaza de la clásica división de la historia argentina ¿antes y después de Caseros (1852)¿, este trabajo aborda el referido problema a partir de una provincia de tradición militarizada, Tucumán, y de una región que también estructuró sus relaciones a través de las armas, el norte argentino. En particular, pone especial atención en el análisis de un tipo de fuerza que se constituyó en parte activa de la construcción republicana decimonónica, la milicia, y en su estrecho vínculo con la institucionalización provincial, la construcción ciudadana y la vida política.