El siglo XVI alumbró en Castilla personajes como Francisco Rades de Andrada. Freile calatravo, humanista incrédulo, fue amigo de consultar pergaminos vetustos y de revisar papeles genealógicos tanto como de leer en las bibliotecas de nobles y monasterios. Felipe II le confió asuntos arduos relacionados con las órdenes militares, consagrando su vida al servicio de la alta burocracia y a bruñir la memoria de los linajes caballerescos de su época. El autor de la presente monografía se ha dedicado a reconstruir la memoria viajera de Rades de Andrada y su dilatada obra, dispersa por media España y en buena parte olvidada. El resultado es un bosquejo de la persona y el personaje, urdiendo con pasión e ilusión un lienzo inacabado sobre su vida y sus inquietudes culturales o estamentales. En esta bio-bibliografía se pretende sugerir líneas de investigación futuras y aquilatar el peso histórico de este servidor de la Corona, contextualizando su trayectoria vital, esbozando su papel en el seno de la Orden de Calatrava o su inserción en las redes clientelares del momento. También se perfila su legado histórico y su proceso de conversión en auctoritas del Medievo, catalizando en sus obras de madurez la fama de algunos de los linajes de su entorno sociocultural. Por sus obras desfilan caballeros, señores y nobles, a quienes admira por sus servicios al rey y a la Cristiandad. Con mimbres como Rades de Andrada se forjó un imperio, se fijó la memoria colectiva de las órdenes militares y se apuntaló el discurso de la virtud y la sangre en la hoguera de las vanidades que es la España áurea.