En el momento actual de crisis climática, de inestabilidad de los sistemas económicos y políticos, las teorías éticas deben responder a dilemas urgentes de justicia intergeneracional, en especial, a la pregunta de qué le debemos a las generaciones futuras. Esta inspiradora obra, a diferencia de las teorías predominantes, se adentra en cuatro regiones problemáticas de la justicia intergeneracional -la incertidumbre epistémica, los derechos de los no nacidos, la justicia entre generaciones que no conviven y las razones por las cuales nos deberíamos preocupar por la calidad de vida de las personas del futuro- desde una de las perspectivas más exitosas de la justicia social, la teoría arraigada en las «capacidades». Es así como, partiendo de lo que las personas efectivamente pueden «ser» y «hacer», de las oportunidades reales, este libro brilla de manera original en su apuesta por una nueva categoría de responsabilidad que se comprometa con la fragilidad que el ser humano ha creado, una fragilidad sin precedentes. Con un lenguaje claro, salpicado de casos concretos que ilustran el camino, Irene Gómez Franco afronta con maestría esta tarea al conjugar cuestiones que van de la ética, a la política, la economía y los estudios medioambientales, ahondando en temas como los derechos de las mujeres, la democracia y la razón pública, los intereses de la comunidad, el ecocidio y la sostenibilidad de las libertades. El resultado es una obra de afinada sensibilidad práctica, imprescindible para todo aquel interesado en la construcción de un futuro en el que la vida humana sea más justa y digna.