Marruecos vivió en la segunda mitad del siglo XVI, tras un periodo de fragmentación y debilidad política, un momento de esplendor bajo el gobierno de la dinastía sa?dí. El desarrollo económico, así como las medidas para la configuración de un Estado más acorde con su época y su papel en la esfera internacional, estuvieron acompañados por empresas arquitectónicas y urbanísticas con una clara intención propagandística. Durante el gobierno sa?dí, se generó en Marruecos una arquitectura de marcado carácter tradicional, que seguía los modelos implantados por almohades y meriníes, inspirados y desarrollados en paralelo a la actividad edificatoria de al-Andalus. Con los sultanes ?Abd Allah al-Galib y A?mad Al-Man?ur, Marrakech, su capital, recuperó así su pasado esplendor con la construcción de palacios, mezquitas y otros edificios de carácter social y religioso. El vínculo entre arquitectura y poesía, que alcanzó su ápice en los programas poéticos murales de la Alhambra, conoció un espléndido renacimiento en Qa'r al-Badi', el palacio ideado y construido por A'mad al-Man?ur. La construcción de complejos sociorreligiosos en la medina en tiempos de 'Abd Allah formó parte de un gran proyecto para revitalizar la ciudad y reactivar sus centros económicos. Tampoco descuidaron el homenaje y la memoria de la propia dinastía, para la que levantaron fastuosos mausoleos. En todas estas construcciones están presentes la carpintería ornamental de techos ataujerados, las bóvedas de mocárabes de yeso y los alicatados de cerámica vidriada. Las obras de fortificación realizadas en este momento son además un claro exponente de la preponderancia adquirida por las armas de fuego; se adoptaron modelos europeos de la fortificación abaluartada junto con otros más tradicionales. Este libro, fruto de un proyecto de investigación sobre el tema, muestra, de una forma analítica pero también global, las espléndidas obras levantadas en este periodo y aporta un corpus de documentación planimétrica y gráfica hasta ahora nunca realizado.