Lamarck fue uno de los grandes naturalistas de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Sus importantes aportaciones a la botánica y muy especialmente a la paleontología y zoología de los invertebrados, así como la formulación de su teoría evolucionista, serían más que suficientes para destacar su notable papel en la historia de la ciencia. Sin embargo, la valoración de su trabajo científico ha sufrido grandes altibajos, condicionada en parte por la poca consideración que del mismo tuvieron grandes científicos como George Cuvier, Charles Darwin o la mayoría de los defensores de la teoría sintética de la evolución durante buena parte del siglo XX. En los últimos decenios del pasado siglo, diversos historiadores hicieron una relectura de su obra y de su influencia alejados de viejos prejuicios, mostrando sus notables aportaciones a la ciencia y su importancia en países como Inglaterra o Italia, además de Francia. En este libro se estudia la recepción en España de las aportaciones científicas de Lamarck desde finales del siglo XVIII y su notable circulación durante todo el siglo XIX. Es particularmente relevante la influencia de su obra botánica y zoológica, pero, sobre todo, la de su controvertida teoría evolucionista, que incorpora nuevos elementos a la historia del pensamiento evolucionista en España y adelanta los debates en torno al mismo, decenios antes del Sexenio Democrático.