"La naturaleza en la "Eneida"" ofrece al lector, esencialmente, un análisis pormenorizado del valor simbólico de todos aquellos elementos naturalistas que aparecen en este poema. Pero, por encima de todo, se trata de una visión compleja, audaz y novedosa acerca del inusitado papel de la naturaleza en la épica de Virgilio, concebida, no como un mero marco escénico destinado a amenizar el relato, sino como vehículo para describir el pensamiento o emociones de los personajes, determinar su carácter, anticipar el desarrollo de la acción, transmitir los mensajes de la propaganda augustea y plasmar la reflexión poética acerca del quehacer del propio poeta. Juan Carlos Villalba analiza, de forma rigurosa, el poder evocador de las imágenes comprendidas en cada écfrasis, símil, profecía, augurio, metamorfosis o "exemplum". En cada uno de los bloques se demuestra el minucioso cuidado con que han sido tratados hasta los más mínimos detalles, que en la Eneida de Virgilio constituyen un complejo entramado de alusiones. Mediante esta metodología, se analiza la tempestad, alegoría del caos cósmico, político, social y personal; los elementos del universo; la montaña, ligada a la divinidad y las dificultades; la caverna, imagen de barbarie y "hybris"; Aurora, asociada a Augusto y Camilo; la noche como expresión de terror, duda, culpa, engaño, misterio; los árboles, arquetipo de las preocupaciones dinásticas; el bosque, paradigma del caos, territorio de la caza o espacio de religiosidad; los animales -en especial, el caballo, la serpiente y las abejas-, ligados a los augurios y emociones.