Este libro es un recorrido histórico y etnográfico que presenta la configuración de las fronteras europeas, un elemento clave en la definición de Europa como proyecto político y como comunidad imaginada de pertenencia. No es una etnografía sobre la vida de las personas migrantes, sino que se centra sobre cómo son imaginadas, criminalizadas, asistidas, detenidas, trasladadas; en definitiva, cómo se han configurado las novedosas formas de gobierno sobre las personas que son categorizadas como "migrantes". La obra analiza este régimen de gobierno a través de algunas de las zonas de frontera más definitorias de Europa: Ceuta, la ciudad española fronteriza con Marruecos, cuya imagen simboliza la Europa fortaleza y que se ha convertido en una cárcel dulce; Ventimiglia, ciudad italiana vecina a Francia, escenario de la solidaridad ciudadana más criminalizada y punto de fractura de la Europa sin fronteras interiores; Calais, la ciudad francesa que da paso a las islas británicas, convertida en un entorno hostil para los migrantes; y Katsikas, un campamento de recepción, un lugar de frontera en el interior de Grecia, ejemplo de la definición europea de acogida.