Los espacios domésticos son una manifestación cultural, espejo de la sociedad a la que pertenecen, pues los grupos humanos adaptan las construcciones a sus necesidades o requerimientos funcionales. Este debería ser el fin último de los estudios sobre arquitectura privada, observar cómo las formas construidas no solo expresan, sino que también dirigen y dan forma a la sociabilidad entre sus habitantes. La casa romana no solo fue el reflejo de la sociedad y de la familia habitante, sino que estuvo diseñada para albergar una serie de rituales que regían la vida de los antiguos romanos y su cotidianeidad. El presente volumen ofrece un panorama inédito de la arquitectura doméstica urbana de época romana en territorio valenciano. La autora ha recogido cincuenta evidencias susceptibles de ser o formar parte de espacios domésticos urbanos de ese territorio, datados entre los siglos II a. C. y IV d.C. y procedentes de las ciudades de Lesera, Saguntum, Edeta, Valentia, Dianium, Lucentum, Ilici y dos de sus puertos, el Grau Vell y el Portus Ilicitanus.