La industria del café aporta beneficios económicos en todas las etapas de la cadena de valor, contribuyendo a la economía de los países exportadores e importadores del producto. El 90% de la cereza del café se desecha antes de llegar a la taza que desayunamos cada mañana. Los subproductos o desechos que se generan en este proceso es necesario valorizarlos para aumentar la sostenibilidad de la industria cafetera, además de maximizar el beneficio para el medioambiente, la sociedad y la economía. La búsqueda de nuevas aplicaciones para estos desechos es de gran importancia para combatir el hambre, aumentar los ingresos y mejorar la seguridad alimentaria en los países más pobres del mundo. El avance del conocimiento científico sobre la composición del café, así como del metabolismo de sus componentes y mecanismos de acción, es cada vez mayor. La demanda de café sigue creciendo, entre otras cosas, por los beneficios que se le atribuyen, además de por el potencial de sus subproductos como ingredientes alimentarios para lograr una salud sostenible.