Descubrir el lenguaje de los animales no humanos y cómo se comunican ha sido una de las ambiciones de la humanidad desde los tiempos de Aristóteles. Y aunque el deseo de muchas personas sea, quizás, tener las habilidades para aprender a comunicarnos con ellos, la realidad es que estamos bastante lejos de hacerlo. De lo que no hay duda es de que los animales se comunican. La ecología del comportamiento lleva casi un siglo mostrando que el curso de la evolución ha ido modelando esta suerte de interacción social en las formas más variopintas: colores intensos, sonidos armoniosos, gestos desafiantes... La comunicación parece nacer de un impulso natural que los animales tenemos dentro y que comenzó hace millones de años. A través de esta obra conoceremos cómo se producen, reciben e interpretan las señales que utilizan muchos animales, así como el papel que tiene el ambiente en este proceso y cómo explica la ecología evolutiva estos fenómenos cuyo origen podría estar ligado a la necesidad de sobrevivir y reproducirse.