Este libro nos da perfectamente la imagen de uno de los mayores poetas líricos de Roma. La obra de Catulo abarca dos aspectos que es necesario distinguir: por un lado, los poemas yámbicos o mélicos y los epigramas, la mayor parte de los cuales están relacionados con la persona del poeta, sus amores, sus animadversiones o sus amistades; por otro, los poemas narrativos o elegíacos, en los cuales no interviene su persona o se la ve mezclada artificialmente con temas variados.