Cuando en el siglo XX la fe cristiana era perseguida en Europa del Este, San Juan Pablo II sorprendió al mundo declarando Patrones de Europa a dos santos procedentes de lo que era entonces el imperio soviético. ¿Quiénes son aquellos a los que 750 millones de europeos deberían venerar? Se llamaban Cirilo y Metodio. Entre otras cosas, introdujeron la idea revolucionaria de que Dios debía de ser alabado en todas las lenguas. Ambos encarnan las palabras de San Juan Pablo II: “Europa debe respirar con dos pulmones”.