Isidro Hernández (Carlos Iglesias) es un parado de 59 años al que la crisis expulsó del mercado laboral. Tras dos años sin recibir ofertas de trabajo llega a la conclusión que la única forma de volver a trabajar y sentirse útil es montando su propio negocio. Pero ¿qué puede emprender alguien de su edad a quien la sociedad relega simplemente al cuidado de sus nietos? La respuesta es clara: con la ayuda de Arturo (Roberto Álvarez), un exitoso escritor de novelas románticas, y de Desiderio (Ramón Barea), un jubilado con ganas de ser abuelo, se embarcarán en el ambicioso proyecto de intentar montar una guardería. Para desarrollarlo, los tres amigos se adentran en un ‘coworking’ repleto de jóvenes, donde tendrán que sacar al emprendedor que llevan dentro.