Francia, verano de 1891. El joven Armand recibe una carta de su padre, el cartero Joseph Roulin, para entregarla en mano en París al hermano de su amigo Vincent Van Gogh. Pero en París no hay rastro de Theo, del que cuentan que murió poco tiempo después de que su hermano Vincent se quitara la vida. Así comienza “Loving Vincent”, la película da vida a los cuadros de Van Gogh recorriendo la misteriosa vida del pintor a través de las cartas que con frecuencia escribía a su hermano pequeño Theo.