En la obra de la redención, Jesucristo ha cumplido toda la justicia y nos ha hecho justos , pagando al padre la deuda de Adán, espiando en sacrificio por nuestros pecados como Cordero inocente que quita el pecado del mundo cargando con él, ocupando nuestro lugar para colocarnos a nosotros junto a Él. ¡Oh qué admirable intercambio! Mons. Demetrio Fernández.