La reciente Carta Apostólica del Papa Francisco, Patris Corde, con motivo del 150 aniversario de la declaración de San José como Patrono universal de la Iglesia ha sido el donante de una explosión de júbilo en la Iglesia Católica. La valentía creativa -como dice el Papa- que se observa en el Santo Patriarca para hacer frente a su misión de Custodio del Redentor y de su Madre, solo encuentra explicación en la armonía humana y divina que alberga su personalidad. Identificado con Cristo, dicha plenitud esta está sustentada en la totalidad de las virtudes humanas y divinas que le adornan, junto a la abundancia de gracia y de dones del Espíritu Santo a los que San José correspondió con máxima fidelidad. Una perfección y fidelidad como criatura solo superada por su Santísima Esposa