«Me parece, efectivamente, que la cuestión que debemos plantearnos no es tanto la de saber si podemos restablecer la plena comunión, sino más bien si tenemos aún derecho de permanecer separados. Debemos plantearnos esta cuestión en nombre mismo de nuestra fidelidad a la voluntad de Cristo sobre su Iglesia, a la cual una plegaria incesante debe hacernos cada vez más disponibles los unos a los otros en el curso del diálogo teológico». Juan Pablo II, 30.11.1979 «Juan Pablo Il reafirma que la Iglesia para respirar con plena salud, tiene que respirar «con sus dos pulmones»: Oriente y Occidente. Y para ello no teme reafirmar que en el tercer milenio se deben restaurar las estructuras que sostuvieron el primer milenio de la Iglesia unida». Fernando Rodriguez Garrapucho