En Tipos de vuelta, el periodista Gonzalo Altozano entrevista a cineastas, escritores, historiadores, políticos, filósofos e incluso a un banquero. Cualquiera estaría tentado de decir, por tanto, que no estamos sino ante un recopilatorio, algo así como un cajón de sastre en el que cabe cualquier cosa. Nada más alejado de la realidad. Hay atributos que hermanan a Antonio Escohotado y a Jorge Verstrynge, a Fernando Sánchez Dragó y a Rafael Vera, y que confieren al libro una lógica interna: esa sabiduría de la que sólo goza quien ha vivido lo suficiente, una vida digna de ser contada y una inclinación, precisamente por estar todos ellos de vuelta, a hablar sin los circunloquios, los ambages y los eufemismos que hoy se le exigen al ciudadano socialmente responsable. Un aviso. No se encontrará el lector con esos fríos cuestionarios que más que periodismo parecen burocracia, ni tampoco —también esto último muy típico— con un entrevistador que aprovecha la coyuntura, la de la entrevista, para el propio lucimiento. En Tipos de vuelta, Gonzalo Altozano se viste de Sócrates y urde diálogos en los que el objetivo, el único objetivo, es que el interlocutor dé a luz la verdad de su vida.