Esta narración está basada en una fábula Judaica, donde se dirime cual sería el poder más grande. El grande pueblo judío, siempre en contiendas y disputas por la tierra, por una tierra que Yahvé les prometió a sus antepasados Abraham, Jacob y Moisés, se encuentra en la disyuntiva de hallar el poder más grande para defender la tierra que heredaron de sus predecesores. Es una parábola actual que se adapta perfectamente a nuestros días, pues el problema del hombre, en esta generación y en las anteriores es siempre encontrar el poder más grande, o sea, la fuente de la felicidad. Ese poder, bien administrado lógicamente, tiene la facultad de proporcionar la paz, la armonía, la reconciliación, al fin, la felicidad. Todo hombre busca la felicidad, y esta fábula nos muestra de manera clara y concisa, a través de imágenes, circunstancias, actitudes y situaciones, donde está esa felicidad que el hombre anhela.