El sexto volumen de la colección «Los tipos iconográficos de la tradición cristiana» es el segundo y último de la colección dedicado a las distintas representaciones del Diablo y los demonios en el arte cristiano. Este volumen se centra de un modo específico en tres aspectos particulares de la iconografía diabólica. En primer lugar, la representación de demonios con aspecto animal -el bestiario del Diablo-, revisándose los rasgos demoníacos de los diferentes animales incluidos en dicho bestiario. En segundo lugar, lo que se ha denominado como la música endiablada, es decir, la oposición simbólica a la música celestial en cuanto que representación del orden divino y su reflejo en la música terrena. Por último, la representación demoniaca en la práctica religiosa de la expulsión de los demonios, conocida como exorcismo.