Miguel Russo emprende un viaje junto a Felipe y Pedro -sus dos mejores amigos- al Parque Torres del Paine, en el corazón de la Patagonia chilena. Es el último verano antes de salir del colegio y enfrentarse al futuro. Su vida, hasta el momento, ha sido tranquila, sin mayores sobresaltos ni sorpresas. Con sus mochilas al hombro y ansias de aventuras, los tres jóvenes inician su larga caminata. Apenas comenzada la aventura, un encuentro inesperado pone a Miguel frente a un mundo desconocido para él. En medio de aquellos parajes de insuperable belleza, y casi sin advertirlo, emprende también otro camino que lo lleva a encontrarse consigo mismo. En primera persona y de manera ágil y espontánea, Miguel Russo relata ese último año de colegio marcado especialmente por su encuentro con Almudena. Poco a poco irá comprendiendo que la vida es como un rompecabezas con millares de piezas, entre las que deberá elegir aquellas que lo ayuden a plasmar la más bella imagen.