La vida cristiana es un camino ya recorrido y culminado por miles de santos a lo largo de la historia. Para la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa, el Papa Francisco señaló a trece de ellos para que, junto a María, fueran patronos de este encuentro que busca reforzar la vida cristiana de los jóvenes y hacerlos discípulos misioneros del amor de Dios. En cada uno de ellos encontramos un gesto, un rasgo, una virtud que puede servir de estímulo para nuestra vida cristiana. Aprender de los santos es un buen recurso para alcanzar la santidad. Una meta que está al alcance de todos. Dios te quiere feliz, Dios te quiere santo.