Los héroes no tienen por qué contar con habilidades extraordinarias como acostumbramos a ver en los personajes de ficción. Aún sin contar con superpoderes se pueden lograr hazañas fuera de lo común. En junio de 2017, el español Ignacio Echeverría, que en ese momento se encontraba residiendo en Londres, sabía que algo peligroso estaba ocurriendo en el Puente de Londres. Mientras todo el mundo huía, en medio del caos y con su emblemático monopatín como única defensa, se adentró a contracorriente hasta la escena de un atentado terrorista llevado por un instinto que acarreó a lo largo de su historia, ayudar al prójimo. Este acto le costó su vida. Vida que, en este libro, se narra con el propósito de hacer entender que, desde la sencillez de quien una tarde está dando un paseo con un amigo, se pueden llevar a cabo obras que cambian —y salvan— a los demás, y que el valor y el altruismo pueden llegar a ser más poderosos que cualquier arma.