Me llamo Carlota Zambrano, estoy cursando un máster de Seguridad Informática y acabo de llamarle papá a mi profesor delante de toda la clase. ¿La movida? Que, como cabría esperar, no es mi jodido padre. Y no debería ser un dramón, le pasa a mucha gente. Pero, en mi caso, hay matices que lo convierten en uno:¡ Primer matiz. Tristán no es un profesor cualquiera: es joven, listo y guapo que te cagas. Y rematadamente borde. En serio, es como un gremlin después de las doce. Un gremlin buenorro. Segundo matiz. Por si el numerito fuese poco, al acabar la clase me ha pedido que asista con él a una convención europea para presentar mi TFM e intentar que lo impulsen en una lanzadera. Él y yo. Solos. En un hotel francés. Socorro. Tercer matiz. Roberto, mi novio, no pierde detalle de mis incursiones al despacho de Tristán; Inés, mi mejor amiga, se empeña en que me enrolle con él hasta que se me quede la lengua como un chicle Boomer (no es nada bruta); y Javier, el compañero de piso de mi novio (y más cosas que Inés me mataría si contara) se acaba de meter en mi vida con mil cotilleos que no esperaba. El resumen: la que se me viene encima. O el que se me viene encima, mira, yo qué sé.