Puede que este perro sea pequeño, pero no es uno de esos chuchos bobos que se ven por ahí. Quiere ser un perro auténtico, de los que se rebozan en los charcos y cazan palos. Y, sobre todo, ¡no quiere que lo llamen Chuchi Puchi! Un divertidísimo álbum sobre la identidad (y la cursilería).