En esta obra muestra el autor las posibilidades que abre su metodología de lo suprasesible en orden a pensar de manera rigurosa, fiel a lo real y, por tanto, generadora de inmersas posibilidades para el conocimiento humano. Una clave hermenéutica notable se halla en su análisis de los 16 modos distintos de presencia, vista como la integración de un modo de inmediatez con otro de distancia. A su luz, se clarifica el concepto de belleza y de encuentro, el sentido de las nociones en Descartes y en Amor Ruibal, y la importancia de la teoría del habitar en Heidegger, la del pensamiento relacional personalista y la del intento de integrar la filosofía dialógica y la filosofía trascendental.