Federico de Juan nació el día de su cumpleaños. Hecho prodigioso que sólo ha podido ser igualado por Luis Ignacio González, que también nació el día de su cumpleaños, sin que esto supusiera problema alguno a sus familias, que los acogieron en plena celebración. Fede incluso sopló las velas. Prodigiosos pulmones que anticipaban esa capacidad con la que logra hoy modular las voces de decenas de personas desde su propia garganta haciéndolo incluso mejor que los originales. Su llegada al mundo fue recibida con inexplicable indiferencia por la prensa internacional. Luis Ignacio pasó muchos milenios en la mente de Dios, a quien debió hacer pasar ratos divertidísimos en ese periodo. Conocedor de su pasión por la radio, se lo reservó para el siglo XX, porque de haber nacido en la Prehistoria, se habría pasado los días subido a un cocotero, radiando las noticias al resto de trogloditas, tratando de amplificar su potente chorro de voz con un coco agujereado, y marcando los indicativos con un tam-tam hecho de tripa de bisonte. Los Clones se conocieron grabando un spot para una cadena de supermercados. Después de muchos años juntos en El Jardín de los bonsáis de Onda Cero, aterrizaron en Intereconomía Televisión para consolidarse como lo que son hoy: el dúo humorístico más en forma del momento. Ahora Los Clones querían contar su historia, lo que no se ve en el programa. Y hacerlo de forma divertida. Para ello se han apoyado en Itxu Díaz, columnista satírico y autor de uno de los libros de humor más vendidos del 2012, Yo maté a un gurú de Internet. Juntos han trazado una biografía, sí, pero no exenta de risas. Todo lo que siempre has querido saber sobre ellos en un libro que hará las delicias de los seguidores de Los Clones, pero que también regalará un rato enormemente divertido a quienes quieran acercarse por primera vez a su humor.