No hay fórmula capaz de resumir lo que significan estas dos novelas. No hay manera de expresar, más allá de las palabras que contienen Mircea y Maitreyi, cómo el amor rasga el tiempo, define las vidas y enlaza los cuerpos, las mentes y las almas. En Maitreyi (La noche bengalí), un ambicioso ingeniero francés llega a Calcuta en 1930, lleno de orgullo y prepotencia coloniales, abrigado por las costumbres y las ideas preconcebidas de los europeos. Habiendo aceptado la invitación de su patrón a alojarse en su casa, conoce a Maitreyi, la hermosa hija de su anfitrión, quien parece encarnar todo el encanto y la singularidad de este nuevo mundo. Hechizado por su belleza y su poder, se enamora e, infringiendo todos los tabúes, comienza entre ellos una relación amorosa que no puede trascender las reglas de la sociedad hindú y que, inevitablemente, conducirá a un final trágico. La novela está basada en las experiencias personales de Mircea Eliade, quien reconstruye a partir de un diario «los momentos más dramáticos de su vida»: su apasionado amor por la hija de su maestro, Surendranath Dasgupta. Él, occidental, y ella, hindú, mantienen una relación ardiente e imposible, prohibida y sublime, como la que solo puede existir entre los verdaderos amantes: Tristán e Isolda, Romeo y Julieta, Radha y Krishna, Orfeo y Eurídice... Maitreyi es una novela sobre la inmadurez del amor, el paso a la edad adulta y las indestructibles diferencias culturales. Escrita en 1933 y publicada primero en Rumanía, apareció en francés en 1950 bajo el título de La nuit bengali.