De tres mundos aparentemente distantes —laicos, monjes y pobres— tratan las páginas de este libro. De tres vocaciones llamadas a reconocerse y complementarse desde la sencillez y la atención a los otros. De unir vidas y vocaciones que, en principio, pueden parecer alejadas, pero que están llamadas a encontrarse y caminar juntas. Se hace necesario abrir los compartimentos estancos vocacionales, reducir la altura de la pirámide jerárquica y calzar humildes sandalias para adentrarnos juntos en el camino de la Unidad.