Para escribir estas páginas, Dolores ha dedicado tiempo a mirar el tiempo vivido... A veces, al volver a respirar el mismo aire de aquellas escenas, participar de sus peripecias, transformaciones, vaivenes y cambios, se ha visto a sí misma sentada en su sillita y se ha dado permiso para expresar sus convicciones. «...sorpresas, decepciones, alegrías, enfados, entusiasmos o descubrimientos» como un murmullo».