El Cardenal Gerhard Ludwig Müller nos ha querido presentar con estas “Cartas sacerdotales” no solo una expresión agradecida de sus cuarenta años de sacerdocio, sino también y, sobre todo, una invitación generosa a entrar en el misterio de este sacramento. De modo bello y profundo se entremezclan aquí el hilo de una teología bien fundada con el testimonio de su propia experiencia personal, discreta referencia que se deja entrever entre las líneas de las doce cartas sobre el sacerdocio cristiano. Damos cordialmente las gracias al Cardenal Müller que, con estas cartas, nos ha hecho comprender mejor el misterio de esta gracia singular. Sus Cartas son el testimonio precioso de un alma sacerdotal, que desde la atalaya de sus cuarenta años de ministerio nos muestra la fecundidad y la grandeza de esta forma de vida entregada a Dios en Cristo, para que cada uno de nosotros podamos, a nuestra vez, como decía el apóstol Pablo, ser transformados en carta viva de Dios escrita por el Espíritu en los corazones (2 Cor 3,2-3).