El Adviento no ha dejado de venir, no ha dejado de encantarnos con sus pasos nocturnos y aventureros. Es que su actualidad no caduca, porque es el tiempo del futuro. ¿Será esto verdad también en nuestra época, cuando el futuro parece cada vez más brumoso? El Adviento es tiempo de la familia. Vamos hacia la Navidad, acompañamos a María que se prepara al buen parto y san José la encamina a la ciudad profética. A la vez, esta Sagrada Familia nos recuerda muchas otras familias, reunidas en el árbol de Jesé, que se han ido entrelazando hasta trepar como hiedra por las paredes del portal. Y recordemos que la primera semilla que plantó, el día uno del Génesis, fue la semilla de la luz. ¡Pues que germine y brote, a través del nocturno Adviento, la quinta vela!