¡Si llegáramos a convencernos de que en todo lecho de amor Dios es siempre el que más disfruta! Revelárnoslo en vuestro tálamo, esa sí que es hoy una evangelización que necesitamos todos. Fray Alien Un poema erótico, el Cantar de los Cantares, forma parte del canon bíblico. ¿Cómo es posible tamaña inclusión? Quizá porque en el fuego de los enamorados está presente la “llamarada de Yahvé”. A descubrirla nos llaman estos poemas, escritos por un monje que firma con pseudónimo: Fray Alien. Quien lea con curiosidad estos poemas podrá dar nombre al exceso de la sexualidad. Porque el sexo nos habla de la grandeza del proyecto del Creador: cada uno de nosotros hemos sido creados para algo más grande de lo que somos. El deseo erótico y su placer se convierten así en símbolo, teofanía de lo divino. En el tálamo, el placer permite disfrutar del amor del Creador. José Noriega