La fe, si es auténtica, es una revolución para nuestra existencia, un despertar ardiente que nos invita a vivir de otra manera, desde la caridad y la esperanza que nos muestra el Espíritu Santo en lo concreto de nuestra vida.
La fe, si es auténtica, es una revolución para nuestra existencia, un despertar ardiente que nos invita a vivir de otra manera, desde la caridad y la esperanza que nos muestra el Espíritu Santo en lo concreto de nuestra vida.