Considero este libro una verdadera joya. No lo digo sólo por su altísimo valor o por la rareza de un pensamiento tan profundo. Este libro contiene, en pequeños retales, las fibras más íntimas del alma de este gigante del espíritu que fue el Cardenal Carlo Caffarra, considerado uno de los mejores teólogos moralistas del momento presente. Indiscutiblemente el Cardenal Caffarra tenía alma de Quijote, siempre dispuesto a «desfacer entuertos y a socorrer a los huérfanos», los huérfanos provocados por una cultura nihilista que socava las raíces del alma y nos hace perder el horizonte de la verdad y de la eternidad junto a Dios nuestro Padre. Como el Quijote, Caffarra ha sido un hombre libre. Mi gratitud al cardenal es grande. Para mí él fue un padre, un maestro y un profeta. No dudo que con esta obra, sencilla y profunda, se va a acrecentar el caudal de la cultura católica para todos nosotros, necesitados de ver brillar ante nuestros ojos el esplendor de la verdad. Del prólogo de Juan Antonio Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares