El curso del año litúrgico tiene una peculiar fuerza y eficacia sacramental para alimentar la vida cristiana (cf. carta apostólica Mysterii paschalis).
Al celebrar el misterio de Cristo durante el curso del año, la Iglesia venera con amor particular a santa María, Madre de Dios, y propone a la piedad de los fieles las memorias de los mártires y de otros santos (Normas universales sobre el año litúrgico y sobre el calendario,
n.8).
Con la publicación de este suplemento para la Liturgia de las Horas que contiene los textos de las memorias de los santos que han sido aprobados por el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, con posterioridad a la primera impresión de Libros Litúrgicos (2010), se ofrece la posibilidad de utilizarlos en el rezo de las Horas del Oficio Divino.