El drama de Asia Bibi ha conmovido e indignado durante años a buena parte del mundo civilizado. Acusada insidiosamente de haber blasfemado contra Alá, esta cristiana pakistaní fue condenada a muerte por el tribunal local correspondiente. Tras varias apelaciones y años de sufrimiento en prisiones inmundas, lejos de su familia, el Tribunal Supremo la declaró inocente: quedaba libre por fin. Este libro acierta a mostrar el calvario de Asia Bibi, víctima del fundamentalismo islámico y de un ordenamiento jurídico asentado en gran medida sobre él. Pero acierta a mostrar implícitamente algo más elocuente, si cabe: por un lado, que la luz de Dios se percibe con mayor vigor cuando la quebrada que atravesamos es más oscura y que, por otro, la verdadera esperanza consiste en preservar la fe cuando todo parece perdido. Asia Bibi, que nunca desconfió de Dios, es testimonio vivo de esta doble verdad.