“Este libro, escrito como quien dice a dos manos –el P. Pablo Cervera y san Juan Pablo II–, nos recuerda que nuestro Dios ha querido tener un corazón humano como el nuestro, que vive ahora, y que se conmueve sobre buenos y malos, sobre justos y pecadores. Queda clara la sencillez y la eficacia de una oración litánica, repetitiva, dicha o cantada en común por quienes nos reconocemos como los desterrados hijos de Eva. También quedan patentes las raíces bíblicas de las letanías al Corazón de Jesús: en los títulos con que lo invocamos y en la petición de misericordia que imploramos. Estamos inmersos en la Palabra de Dios por los cuatro costados…” (Manuel Iglesias, sj, Prólogo).