Afirmó Descartes: “Pienso, luego existo”. Y Jean Paul Sartre y Albert Camus: “Existo, luego pienso”. Por mi parte, humildemente puedo expresar: “Creo, amo, espero, ¡luego existo!”. O, mejor aún, “existo… ¡para creer, amar y esperar!...”. El contenido de este libro puede considerarse continuidad y complemento de otro publicado en esta misma editorial: “Déjate sorprender por tu Dios y por los hermanos. El arte de vivir como resucitados”. Tiene su origen en el monasterio benedictino de En Calcat (Francia). Más tarde, en un mes de ejercicios espirituales en Roma, para finalizar en una rica y fecunda experiencia pastoral en Bogotá (Colombia). De lo experimentado, por gracia, con profundo y sincero agradecimiento, hablan estas páginas” (Raúl Berzosa).