Por medio de nuestros sentidos nos asomamos al escenario en que vivimos. De ellos depende la idea que nos hacemos de la creación, de los demás y de nosotros mismos. Los sentidos son las herramientas del lenguaje. Hacen posible la oferta y el encuentro, la percepción del sentido y la elección, de la celebración y la gracia. Se dice que por esas ventanas la persona se asoma a lo peor de este mundo. Por ellas pueden entrar todas las tentaciones. Pero la fe nos ayuda a ver los sentidos como las celosías a través de las cuales vislumbramos la presencia de Dios en el mundo. Las reflexiones contenidas en este libro quizá puedan servir como base para una catequesis sobre los sentidos. Con esa intención han nacido