La sed de Dios, de lo Divino, la necesidad de la Fe, esencial en la vida, el creer, más allá de la inmanencia, en la trascendencia, articulan la metafísica ardiente que forma la primera parte de este libro. La Fe en Dios y, por tanto, el creer, sentir, vivir es fuente de energía en nuestros pasos: todo ello hace de nuestra vida un tránsito vivo, que forma en su trayectoria poética la segunda parte de este libro, cuya culminación es la llegada al Manantial de Dios. Así, en su tercera fase, el libro culmina en Tu Manantial. La vivencia intensa de lo Divino hace que el dolor, cuya presencia va, asimismo, de la vida al poema, se perciba acompañado de Fe y de Esperanza.