Al lector se le proponen en esta breve y sencilla obra algunas características que ayudan a calar en profundidad la vivencia mística de san Juan de la Cruz: Juan de la Cruz es esencialmente un santo. De su experiencia de Dios nace su poesía a lo divino, su mística y su teología de la experiencia y la escatología. La fe, la esperanza y la caridad son el camino de la purificación y de la unión con Dios a través del entendimiento, la memoria y la voluntad.